El día de hoy tras ya haber dado inicio a estar viviendo el año 2024, me es grato continuar con mi sección “Experiencias que Valen Oro”, ahora en su parte cinco. Como siempre espero que la disfrutes mucho, pues yo siempre disfruto escuchando a la persona quien me hace favor de confiar en mí y me comparte su historia. La cual, frecuentemente en algún momento tuvo como característica que la vivencia no fue grata, pero, que logró transformarla a modo de que cuando me la platicó ya ha sido superada y ahora tiene como característica principal el hecho de que ya es grata.

 

Y puedo decir que sí es así, porque no encuentro en sus palabras y cuerpo, reacciones de odio o rencor; y sí de brillo, gozo, paz; y por así decirlo, un sentimiento de alegría por el logro obtenido. Es así que sin más preámbulo te comparto esta “Experiencia que Vale Oro (EVO)”, porque así es como considero lo que me comparten. Pues, de verdad creo que las experiencias superadas, considero o las asemejo al valor del oro, solo que estas no se devalúan; y que, por el contrario, ganan valor a medida que la persona sigue utilizando este conocimiento en favor de su vida y de sus semejantes.

 

Bueno, como ya conoces la dinámica, voy a comenzar por exponerte el caso, luego, utilizaré la técnica dialéctica de Hegel (tesis: lo que la persona creía antes, antítesis: lo que lo contradice, y síntesis: el nuevo conocimiento, a partir de los dos elementos anteriores).

 

EVO 11: Mujer de mediana edad que aprendió a dejar de buscar la justicia en las manos de los hombres, confío en Dios y ahora vive tranquila

 

Vivencia:

“Viví una experiencia muy desagradable con quien fue por varios años mi pareja sentimental, cuando ya era insostenible el esconder sus constantes faltas de respeto, pues él sostenía relaciones sexuales y afectivas con varias personas; fue que una noche mientras platicábamos me propuso que yo fuera como él y que tuviera varias parejas. Yo, en mi intento porque la relación continuara, en ese momento acepté. Esa decisión me duró un par de horas y al amanecer le dije que no, que no éramos iguales y que yo buscaría ayuda psicológica, porque estaba mal lo que había aceptado; pues, percibía que me faltaba amor propio; pues, si lo tuviera nunca hubiera aceptado esa propuesta y ya desde hacía mucho tiempo, desde la primera sospecha de sus infidelidades debí haber concluido la relación. De igual manera, debí haber considerado que él no cree en Dios ni en sus preceptos; pues, para él esto no era grave.

 

Ya, al paso de casi dos años de haberme separado de él y de un constante trabajo en muchos sentidos, puedo verlo de una manera tranquila. Pues, me reencontré y fortalecí mi vida espiritual que descuidé cuando estuve con él. Hoy día veo lo sucedido como una prueba, de la que gracias a las divinidades pude salir, toda golpeada en lo afectivo y económico, porque se quedó con todo lo material que hicimos durante casi siete años.

 

Y al día de hoy estoy tranquila, pero nunca dejaré que nadie venga a querer interferir en mi relación espiritual, que lo que quedaba de ella fue lo que me ayudó y rescató de las manos de una persona como él. Y que gracias esa relación con lo divino, yo puedo estar tranquila, porque realmente he puesto esta relación en las manos de Dios y confío tan ampliamente, que puedo estar tranquila y con gozo en mi corazón aún y después de estas vivencias, porque retomando mis conocimientos en lo divino sé que “Los tiempos de Dios son perfectos” y que la justicia y su tiempo de que pague va a llegar y lo mejor es que no tengo ni que pedirla, porque Dios no se olvida de nada. Así que sin odio o rencor vivo mi vida lo mejor que puedo, pues yo me descargué de querer ver la justicia como yo la quería o a mi modo.

 

Creo que una de las cosas más valiosas que encuentro de esto, es que aprendí algo nuevo de cómo es que deben ser las relaciones de pareja y hoy en día estoy segura de que puedo defender muy claramente mi relación con lo espiritual”.”

 

 

Tesis:

Creía que para mantener su relación de pareja debía aguantar constantes infidelidades.

Antítesis:

Se dio cuenta de que eso es falta de amor propio.

Síntesis:

Al día de hoy se encuentra mejor preparada para estar en una relación de pareja, pero con nuevas formas de ver la vida y que esta no puede interferir en su vida espiritual.

Comentario:

Esta es una historia que haciendo un resumen se puede plasmar en estos pocos renglones, pero, que el tiempo que estas personas vivieron juntas no fue así de fácil. Pues, la mayoría de las personas adultas sabemos cómo es que se vive cuando esto sucede. Plasmo lo anterior, con la intención de hacer un llamado de atención a las mujeres quienes esten viviendo algo parecido, para que busquen en las instancias gubernamentales o particulares y reciban tratamiento psicológico de ¿por qué es que están aceptando ese tipo de vida?

 

         Yo personalmente, creo que las mujeres, ni tampoco los hombres deberíamos aceptar este tipo de relaciones y menos cuando la mujer es capaz de sostenerse económicamente. Y digo esto, porque entiendo que en tiempos anteriores la mujer casi no recibía pago por su trabajo, sin significar esto y de ninguna manera que no trabajara.

 

         Así que aquí te dejo esta historia, esperando que te haga ruido si es que estas pasando por algo así y que te atrevas a hacer algo bueno en favor tuyo. Tú, mujer, vales mucho; y tú también hombre; pero, seamos honestas y honestos, realmente quien tiene la mayoría en esta gráfica de infidelidad son los varones.

 

         Bueno, esta es mi colaboración de esta semana; la escribo con la intención de que ayude a que a alguien le pueda servir y ayudar. Es un gusto para mí el poder llegar a ti con mis escritos. Cuídate mucho y busca la manera de poder amarte más cada día y creo que los temas espirituales tienen mucho que abonarte, pues te encontrarás con un amor tan grande, no conocido y que está y siempre ha estado para ti y a favor tuyo.

Amor y sociedad.