Durante cinco décadas las organizaciones de la sociedad civil en México han representado los intereses legítimos de las y los mexicanos, aun a costa de sufrir persecución gubernamental, hostigamiento, linchamiento moral, calumnias y difamación de honor, represión sistemática, cárcel y victimas de homicidios, como ha sucedido en los últimos 20 años; existen leyes federales y estatales pero estas no son aplicadas en beneficio de este importante sector, ayer nos enteramos por diversos medios de comunicación sobre la unificación de varios partidos políticos y algunas organizaciones que se autodenominan de la sociedad civil, como muchos pensamos en un gran anhelo y aportación oportuna de un granito de arena para reconstruir nuestro desbastado país, sin embargo a través de los días nos hemos enterado que dicho propósito no están rindiendo los frutos esperados por toda una nación, como es el de diseñar y construir un gran proyecto de nación, siempre hemos visto como se acrecienta día a día el monopolio de los institutos políticos nacionales y estatales en agravio de todos los mexicanos(as) son ellos los que siempre se acaparan el poder público, político y económico de los tres niveles de gobierno, y a la sociedad civil solo nos utilizan a través de promesas y esperanzas, seria benéfico y de salud pública que toda la sociedad civil se volcara frontalmente en favor de los intereses de la nación y nos olvidáramos de lo que nos divide y coincidamos en un gran proyecto donde todas y todos participemos en un gobierno ciudadano e independiente.

Cada seis y tres años en México se da la posibilidad de que los electores a través de su voto designen a sus autoridades con el único objetivo de vivir en mejores condiciones, en un país justo y económicamente sólido, donde la riqueza sea distribuida en forma equitativa, donde no haya pobres, porque al existir la pobreza también hay incertidumbre e inseguridad y violencia, por lo mismo, no se puede presumir de que los derechos humanos en nuestro país sean efectivos.

Urge ocuparse los tres niveles de gobierno del estado de Tlaxcala ante el alto índice de inseguridad que prevalece en todo el territorio, ya ningún municipio ni comunidad están a salvo de este flagelo que lacera los intereses de la sociedad en general, nuestra integridad física, moral y psicológica, y nuestra propia vida, están constantemente en riesgo a causa de la delincuencia organizada y de la delincuencia común, incluso la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) en el año 2022, estima la tasa de víctimas por cada 100 000 habitantes en el estado de Tlaxcala que fue de 25 880 hombres y 21 814 mujeres.

Desde el 7 de junio del 2021 algunos institutos políticos nacionales y estatales han iniciado algunos trabajos tendientes a fortalecer sus estructuras, aunque sin mucha trascendencia, y por esto los resultados no han sido óptimos.  Aprovechando  esto, el partido en el poder con todo el aparato gubernamental federal y el de cada uno de los estados ya se encuentra en plena precampaña electoral con el objetivo de conservar y obtener más poder del ya obtenido en las pasadas elecciones federales y estatales.

A partir de 1994 comienzan a reconocer la participación de los ciudadanos(as) en esta figura electoral pues a partir de ese entonces la estructura general del Instituto Federal Electoral (IFE) considera la integración de seis consejeros ciudadanos, cuatro consejeros del poder legislativo y representantes de los partidos políticos con registro,  aunque todavía en ese tiempo el Presidente del Consejo General era el que fungía como Secretario de Gobernación.

Condenamos la decisión del Titular del Poder Ejecutivo Federal, al asumir una postura  irresponsable en cuanto al manoseo indiscriminado a las instituciones públicas de México; son miles de ciudadanos de todo el país, quienes han sido afectados con esta práctica, a quienes se les ha vulnerado su derecho al trabajo digno y socialmente útil. El deber del gobierno en turno conforme a los artículos 5 y 123 de la constitución es promover la creación de empleos y la organización social para el trabajo, sin embargo este hace todo lo contrario, sin tomar en cuenta la importancia de las instituciones para la estabilidad política y social de un país. “Los individuos viven y operan en un mundo de instituciones, muchas de las cuales trascienden las fronteras estatales. Nuestras oportunidades y perspectivas dependen crucialmente de las instituciones que existen y de cómo funcionan. Las instituciones no sólo contribuyen a nuestras libertades, sino que deben ser evaluadas en función de su contribución a nuestras libertades. Así lo exige el contemplar el desarrollo como libertad…»