Dos imágenes, son de dos momentos cruciales en la era de Joaquín Guzmán, en ambas aparece la figura de Tomás Zeron de Lucio, quien fue el responsable no solo de la recaptura del jefe de Cartel de Sinaloa, ser quien entregara personalmente a el “Chapo” al gobierno de Estados Unidos, pero para entender la dimensión de estas imágenes explicamos el cuento.

 

A lo largo de todo el sexenio de la cuarta transformación Jesús Murillo Karam y Tomás Zerón han sido perseguidos por el caso de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa.

 

Al que fuera procurador general de la república, encargado de la llamada “verdad histórica” del caso iguala se le tiene detenido desde agosto de 2022 en el Reclusorio Norte, a pesar de que la salud de Murillo Karam, es muy delicada y que un juez dictamino que debía continuar su sentencia en prisión domiciliaria, no le fue autorizado, y el que fuera director de la agencia de investigación criminal Tomás Zerón de Lucio, y jefe de las investigaciones en el río Cocula, esta exiliado en Israel en medio de acusaciones de manipular los hechos y presuntamente sembrar esqueletos para confirmar la teoría de la verdad histórica.

 

A pesar de que el presiente Andrés Manuel, prometió desde el inicio de su gobierno que resolvería el caso lo cierto es que la investigación desde gobernación de Alejandro Encinas, no tiene otra explicación que se aleje de la verdad histórica entonces; ¿por qué tanta persecución y tanto odio contra Murillo Karam y Zerón de Lucio? Después de ir conociendo a lo largo del sexenio de Morena, la cercanía de este gobierno con el Cártel de Sinaloa, que alcanza acusaciones de que le financiaron campañas presidenciales al actual inquilino de Palacio Nacional, quizás pueda analizarse un móvil más convincente sobre el enojo en contra de estos dos funcionarios, y la respuesta podría ser más simple de lo que parece Murillo Karam, y Zeron  de Lucio, fueron los dos personajes que recapturaron a “el Chapo” Guzmán, después de su fuga en el sexenio de el ex presidente Peña Nieto.

 

Cuestión de recordar que durante los doce años de gobiernos panistas, con Vicente Fox, y Felipe Calderón, y con la protección de Genaro García Luna, el cártel de Sinaloa se instalo como la gran organización criminal, los panistas con García Luna, al frente le declararon la guerra al cartel del golfo y los zetas, al entrar al gobierno de Peña Nieto, “el Chapo” fue capturado, se fugo una vez más y volvió a ser recapturado los servicios de inteligencia de Zerón de Lucio, fueron cruciales para ejecutar la rehaprensión del capo, y en el último día de la administración de Barack Obama el presidente Peña Nieto, le entrego al narcotraficante más buscado al gobierno norteamericano.

 

Algo que en ese momento parecía imposible el responsable de acompañar personalmente a el “Chapo” en el avión privado que lo traslado a la frontera para ser entregado fue Zerón de Lucio,  el resto fue articulado de la mano de Jesús Murillo Karam, quien con las piezas de información disponibles construyo la llamada “Verdad Histórica” sobre Ayotzinapa, entrando el nuevo gobierno de la 4T, se instaló Alejandro Gertz Manero, en la fiscalía general  de la república, si el mismo que era secretario de seguridad en el gobierno de Vicente Fox.

 

Cuando el “Chapo” se escapó del supuesto penal de alta seguridad de Puente Grande, en el segundo mes del gobierno del cambio, la fuga del “Chapo” en el gobierno foxista se dio el mismo día en que fue a visitar el penal Jorge Tello Peón, entonces subsecretario de gobernación responsable de reclusorios una fuga que ese día fue investigada por un entonces desconocido policía de nombre Genaro García Luna.

 

El mismo que fue designado poderoso secretario de seguridad publica en el sexenio de Calderón, lo demás es historia ¿coincidencias? Son demasiadas, por eso al ver las imágenes no se puede dejar de relacionar la persecución contra Murillo Karam y Zeron de Lucio, fueron los enemigos públicos número uno del “Chapo” y presumible capo favorito del gobierno de la 4T, lo de Ayotzinapa, lo del actual gobierno podría ser solo el pretexto para consumar una venganza contra quienes se atrevieron a desafiar recapturar, y extraditar a quien fue obligado a rendir cuentas en un juicio en la corte de Nueva York y hoy purga una condena de vida, en una cárcel de alta seguridad en los Estados Unidos.