Con esa sentencia, António Gutérres, Secretario General de la ONU, inició su intervención, el pasado 20 de septiembre, durante la Cumbre de Ambición Climática celebrada en la ciudad de New York, a la que no asistieron las potencias más contaminantes.

 

domin2.JPG - 45.37 kB“El Secretario General declara en la Cumbre que la humanidad se encamina hacia un aumento de la temperatura de 2.8ºC, lo que aumenta el peligro y la inestabilidad. Insta a los líderes mundiales a acelerar sus esfuerzos para reducir las emisiones y la transición hacia las energías limpias. Llamó a la solidaridad y a la justicia climática” (ONU https://news.un.org/es/story/2023/09/1524272).

 

“Aunque en 2015 el mundo adoptó el objetivo de limitar el calentamiento a 1.5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit) desde la época preindustrial, la Tierra está en camino de calentarse 2.8 grados Celsius (5 grados Fahrenheit), “un mundo peligroso e inestable”, advirtió Gutérres. El mundo ya se ha calentado al menos 1.1 grados Celsius (2 grados Fahrenheit) desde mediados del siglo XIX.”

 

“Pero el futuro no está fijo. Corresponde a líderes como usted escribirlo”, dijo Gutérres. Aunque los líderes de Estados Unidos, China, India, Rusia, Reino Unido y Francia no estuvieron presentes (Univisión 20/09/2023).

 

En una sola frase, Gutérres, ubica el problema, su gravedad, el momento histórico en que se encuentra la humanidad ante el calentamiento global, y en tres párrafos hace referencia a momentos concretos del pasado, planteando, también, una perspectiva del futuro.

 

Pone en el centro del debate la falta de ética de las potencias, la necesidad de que haya justicia para la gran mayoría de la población que padece los horrores de la sequía, las inundaciones, los golpes de calor y los incendios extremos, sin haberse beneficiado directamente con la riqueza que ha producido el capitalismo y la revolución industrial, científico y tecnológica.

 

“Las Naciones pobres tiene todo el derecho de estar encolerizadas, pero, sobre todo, es vital, es una deuda moral, reconstruir la confianza de los jóvenes en el futuro”.

 

Gutérres ha sido insistente, usando su alta posición para alertar a las naciones y habitantes del mundo del gran peligro que enfrentamos con el cambio climático, producto de la actividad humana sobre el Planeta.

 

El pasado 26 de julio de este año, Gutérres advirtió: "Hemos pasado de la era del calentamiento global a la de la ebullición global", “El aire es irrespirable. El calor es insoportable. Y el nivel de ganancia de los combustibles fósiles y la inacción climática es inaceptable”, agregó en la ciudad de Nueva York.

 

“El cambio climático está aquí. Es aterrador. Y es solo el comienzo”, concluyó (BBC News Mundo).

 

“Estamos en guerra con la naturaleza y hay que hacer las paces”

 

El secretario general de la ONU lamenta que el G20 esté invirtiendo más en combustibles fósiles que en renovables en los planes de recuperación. “No es aceptable que las generaciones futuras reciban un montón de deuda y que se haya utilizado para destruir el planeta”, sostuvo el pasado 20 de diciembre de 2020, “El 2020 debía ser el punto de inflexión en la lucha internacional contra el cambio climático. Pero la pandemia obligó a posponer un año la cumbre del clima que se iba a celebrar en Glasgow (Qi 12/12/2020).

 

Las instituciones mundiales como la ONU, la Comunidad Económica Europea, gobiernos de países, movimientos ecologistas, algunos partidos políticos y asociaciones civiles han invertido tiempo y recursos para estudiar el problema y plantear acciones para mitigar los efectos de la contaminación ambiental, hasta ahora insuficientes, por la negligencia de las principales potencias económicas y de empresas transnacionales petroleras principalmente.

 

Si bien es cierto que, en Tlaxcala no hemos sufrido catástrofes medioambientales de gran impacto como la contaminación del río sonora en 2014 por la minera Grupo México o como el derrame de combustóleo en el río Tula el pasado 20 de abril de 2021 que se usan para riego agrícola, si tenemos un problema similar con dos afluentes del río Balsas: el rio Atoyac que cruza el valle y el río Zahuapan, que cruza de Norte a Sur el Estado de Tlaxcala.

 

En la parte Norte, oriente y poniente, la contaminación del aire es poco perceptible, pero en la zona sur colindante con el estado de Puebla, por pertenecer a la 4ª. Zona Metropolitana, ya se puede ver la densa capa de contaminación del aire que se ha ido acrecentando día a día, año con año.

 

De las cuatro regiones del Estado de Tlaxcala, la región Sur se consideraba privilegiada por tener agua en abundancia, terrenos de humedad y niveles prácticamente superficiales de aguas freáticas. Esa consideración ha quedado en el pasado, pues en la parte más húmeda del Valle, donde confluyen el Atoyac y el Zahuapan, en los últimos 15 años el nivel de aguas freáticas ha bajado 1 metro con 90 centímetros.

 

Dicha disminución, puede ser resultado de factores climáticos, de la extracción de los pozos profundos de las unidades de riego y de agua potable de los ejidos y municipios de Tlaxcala, de empresas privadas y muy probablemente, del efecto popote que se produce por la extracción de grandes volúmenes de agua extraídos para abastecer a la megalópolis poblana, en las zonas limítrofes con el estado de Tlaxcala.

 

Por la simple observación y por el racionamiento del agua potable en la región Sur, puede inferirse que incluso en la zona del Valle, ya se está viviendo escasez del vital líquido y una excesiva contaminación delos ríos Atoyac y Zahuapan, que se trasladan a los cultivos que se riegan con el agua de ambos ríos.

 

Las acciones que pudieran emprenderse para mitigar la contaminación del medio ambiente y de la escasez de agua potable en Tlaxcala, tiene que respaldarse con estudios científicos y con una reconstrucción histórica de los hechos, para poder identificar la magnitud de cada problema, las actividades que lo promueven y una reconstrucción histórica de los agentes contaminantes. Deben detectarse responsables materiales y responsables administrativos y contrapesar los supuestos beneficios sociales, y los daños, que a la postre se está haciendo a la naturaleza, a los pueblos y a los futuros habitantes de Tlaxcala.

 

Los llamados de Gutérres, debemos trasladarlos a nuestro ámbito, para sumarnos a emprender acciones que ayuden a detener el deterioro de nuestro medio ambiente, en el lugar de nuestra vida cotidiana (el biotópos).

 

Los problemas de la situación actual del Estado de Tlaxcala, deben identificarse, dimensionarse y plantear alternativas de solución, siempre con un análisis histórico, porque sin revisar el pasado, las soluciones que se propongan pueden repetir los mismos errores que produjeron el problema que se analiza.