Para quien muy amablemente lee mi sección, ya sabe que tengo una subsección que se trata de las vivencias de las personas; que, en su momento fueron dolorosas; pero, que buscaron y encontraron la manera de aprender muchas lecciones de ello; y, que hoy día me comparten y saben que yo las voy a compartir por este medio y están de acuerdo. Es entonces que, con su permiso comparto la siguiente “Experiencia que Vale Oro (EVO)”.

 

EVO 12: Mujer de la tercera edad, que creía que no podría criar a siete hijos sola y que con su fe en Dios lo logró

 

Vivencia:

El día hoy mi colaboración se trata de la historia de una mujer que al día de hoy es una anciana. Y que, me hizo favor de compartirme un fragmento de su interesante vida. A continuación, parafrasearé lo que ella me dijo: “Durante su niñez se acuerda que el hombre era quien mandaba y la mujer nunca podía decir nada. Es decir, si le pegaban a ella o a sus hijos, no podía acercarse a la casa de los padres; porque, ellos le dirían que por algo era y no la defendían.

 

Este patrón lo repitió a la hora de elegir a su pareja, dice que se podría decir esposo; pero, como él se cambió el nombre, pues, documentalmente sus hijas e hijos quedaron sin padre y ella sin marido. Que, desde el principio de la relación, su pareja fue irresponsable e infiel. Cuando tuvo a su séptima hija, la médico le propuso utilizar un DIU y con ello ya no quedaría embarazada. Al ver la situación en la que vivía, aceptó de inmediato.

 

Sin embargo, la vida de carencia y maltratos que vivía ella y sus pequeñas y pequeños por parte del padre no cesó por no tener más hijos. Así sucedía la vida, mientras pasaba el tiempo y el padre que de por sí ya era ausente, me declaró que se había casado. Obvio estando casado esto era bigamia, pero esto a él no le causaba ningún remordimiento.

 

Yo le lavé y planché su ropa, se la entregué para que se fuera a su nueva vida. Ocasionalmente venía y me quitaba el dinero que yo había juntado de las ventas que hacía. Afortunadamente no estuvo mucho tiempo con nosotros, porque cuando venía solo nos maltrataba, gritaba y maldecía. Aún y con todo eso y aunque creí que no lo lograría, siempre me encomendé a Dios y pude salir adelante con la crianza de mis siete hijas e hijos.

 

Hoy doy gracias a Dios y estoy segura de que, si no me hubiera prendido de mi fe y oración constante a Dios; no hubiera salido adelante sin estudios y un trabajo fijo que me diera dinero para sostener a mis hijas e hijos. Hoy estoy tranquila en mi casa, todas y todos mis retoños me vienen a saludar y están al pendiente de mí. Yo nunca me volví a casar o juntar, pues, estaba enfocada en la crianza de mis hijos”.

 

         Ahora voy a explicar esta vivencia con la dialéctica Hegeliana:

Tesis:

Creía que no podría sola con la crianza de sus hijas e hijos.

Antítesis:

Se dio cuenta de que pasaba el tiempo y lo iba logrando con la ayuda de Dios.

Síntesis:

Ahora da gracias por lo que Dios le ha permitido ver, pues sus hijas e hijos ya han crecido y la visitan constantemente y están al pendiente de ella.

 

Comentario:

Es muy probable que, al ir leyendo la experiencia, se vaya generando un sentimiento de desconsuelo por la mala experiencia de esta mujer, que vivió un sin número de injusticias. Que no sabía defenderse, ni tampoco poner un alto a las situaciones dolorosas que vivía. Pero, recordemos que solo plasmo experiencias que ya valen oro, donde el odio, rencor u otro sentimiento negativo ya fue superado. Y ahora, queda una gran experiencia con una lección de amor y confianza en Dios y su gran misericordia.

 

Tristemente, también he de decir que, no todas las personas han llegado a ver de esta manera la vida, pues, están en un proceso de transformación y crecimiento. Para estas personas, esta mujer y yo, enviamos este mensaje de paciencia y confianza en lo divino; de que, si oran pidiendo ayuda siendo unas personas justas; en algún momento se darán cuenta de que lo peor ha pasado y que ya han cruzado ese mar de problemas.

 

Nuevamente, te dejo esta “Experiencia que Vale Oro (EVO)”, para que te sirva de inspiración y nunca te dejes vencer por ninguna dificultad que vivas en esta vida. Más bien, que le pidas a lo divino que por su misericordia seas ayudada o ayudado en tu momento de tribulación.

 

Bueno, por ahora me despido, no sin antes desear que tengas una gran semana de inicio de primavera; que llegue la luz a tu vida y que todo lo que vivas sea transmutado en grandes lecciones de las que aprendas el amor en su plenitud. Y que de ninguna manera creas que no te va a costar. Pues, mientras tu corazón sea duro a conocer el amor, es posible que sea doloroso. Te mando un gran abrazo y cuídate mucho. ¡Hasta pronto!

 

 

Amor y sociedad.