Continuando con el tema de la semana anterior, el cual se llamó “El perdón no es popular en esta sociedad consumista”, he de decirte que, no podríamos saber, ni tener cuenta de todas las acciones que un ser humano hace. Pues, a veces, en el diario vivir, ni siquiera nosotras o nosotros mismos recordamos lo que hicimos el día anterior. Nuestros recuerdos pierden elementos o ya no recordamos ciertas cosas o por algún dolor que nos genera, evitamos recordarlo.

 

En fin, la vida humana es muy compleja, como para que el ser humano pueda juzgar a otro contando con todos los elementos. Para ello y a mi forma de ver, debería contar con el conocimiento amplio de conocer a la persona durante toda su vida actual y todas sus existencias pasadas si es que las tuvo; y hacer un balance equilibrado e imparcial. Y visto de esta manera, porque en este momento no encuentro otra, ese trabajo es muy complicado.

 

Por lo que, prefiero dejárselo a la Luz Divina, Dios, Divinidad, Inteligencia Superior o el nombre que dispongas. Creyendo también que esta es buena, amable, justa, gentil, y demás virtudes apegadas a lo bueno, agradable, armonioso y demás. Pero, aclaro que, cada quien le pondrá a esta, las cualidades que considere como virtudes. Sin descartar que a alguien las que escribo, es posible que no le parezcan dignas, sobresalientes, importantes, entre otras.

 

Es entonces que, surge y se ve la filosofía que tiene cada persona ante la vida, para razonar acerca del tema. Pues, quien considera y se apega a lo que da vida, cuida de ella y la hace crecer, tendrá una forma de ser. Pero, por el contrario, hay a quien esto le parece poco; pues, en los comerciales que ve, lo que se exalta es el lucirse de todas las formas con un ego desmedido.

 

Y que de momento esto podría hacer feliz a quien está convencida o convencido con esta forma de ser. Creyendo lo que le dicen y tomando ciertas dosis de consumismo que cual drogas le producen un efecto satisfactorio momentáneo, que, en poco, muy poco tiempo deberá repetir a modo de que la persona se encuentre en el estado elevado que le provee el drogarse de consumismo.

 

Haciendo con esto, cada vez más impopular al perdón, porque este requiere reflexión, raciocinio, valores, entereza, coraje para defender lo que una persona cree. Cosas que son contrarias a la visión consumista, que lo que busca es que el ser humano no se de cuenta de esto y que comprando y estrenando cosas, continúen dormidos sus sentidos y sentimientos.

Pues, el momento en el que despierte se dará cuenta de que no era necesario que consumiera todo eso que de alguna manera pensaba y creía que le dada un estatus que debía mantener. Y me atrevo a decir que esas cosas que compró seguramente están olvidadas en alguna bodega o fueron a dar a la basura; como el tema que evaden y que les llevó a comprarlas.

 

Aquí voy a puntualizar la frase de “Ir de compras es una terapia”, la cual de momento la persona no analiza, pero que al cabo del tiempo y cuando se da el espacio para razonarla, se dará cuenta de que es como cuando las personas consumen drogas, cuyo propósito es salir o evadirse de la realidad, que comúnmente no les agrada.

 

Que regularmente son falta de perdón o mejor dicho de liberación del otro ser humano, porque es como si le tuvieran en una cárcel, en donde cada vez que les viene el recuerdo van y le azotan en sus pensamientos e imaginación, o bien van a un rincón a llorar porque tienen miedo. Pero, hoy te digo que, si buscas ayuda para liberarte de ese papel, es posible que puedas ver un nuevo panorama de la vida.

 

Me voy a poner desde la posición de la víctima que requiere que se haga justicia. Y tiene frente a ella a la o al victimario y le dice que le libera porque también quiere ser libre, que ya no quiere ir a azotarle o recordar cómo es que le maltrató; que reconoce la lección que con ello debía aprender y que le libera de ese papel que desempeñó para que ella o él pudiera prender aquella lección y que de igual manera espera y le desea que no siga en esa vibración tan densa y de tanta maldad que podría llevarle a un mal fin.

Continúa la siguiente semana, para la tercera y última parte…

 

Amor y sociedad.