En un intento por aportar una reflexión que ayude para que la sociedad pueda tener una mejor forma de convivencia, hoy haré una pausa para hablar de nihilismo, el cual se trata de una corriente de pensamiento filosófico; la cual niega todo principio, creencia o dogma; ya sea de tipo religioso, político o social. El término proviene del latín nihil, el cual significa ‘nada’, y se compone con el sufijo -ismo, cuyo significado es ‘doctrina’ o ‘sistema’.

 

Aquí me surge la pregunta: ¿Podríamos vivir sin una norma, Ley, Dios o cualquier tipo de regulación? La respuesta inmediata es que sí, desde luego que podríamos hacerlo. Pero, también si es que no tenemos un modelo o una forma a la cual llegar; entonces, podríamos ser un tipo de persona que salga de algún lugar a donde haya pasado la noche, buscar tomar el sol, encontrar algún tipo de alimento que llevarse a la boca y pasar cada día de la vida sin objetivos.

 

Lo cual me recuerda una historia que le sucedió a uno de los principales exponentes de la escuela cínica, la cual podría considerarse como nihilista, aunque ese término no existía en esos tiempos. Bueno, los principios de esta eran el rechazo del orden y la moral de su época. Llevaban también una vida austera y liberada de cualquier deseo material, lo cual les hacía que no tuvieran ninguna posesión; de igual manera, para ellos, nada significaban los valores de su tiempo.

 

La historia en comento se refiere a Diógenes (412 a.C. - 323 a.C.), y dice que en su encuentro con Alejandro Magno; este último le ofreció que le daría todo lo que quisiera y la respuesta del primero mencionado fue que se recorriera un poco, porque le estaba tapando el sol.

 

Siendo que este acto, puede tener muchas acepciones, yo solo hablaré de dos. La primera se refiere a que en su filosofía no estaban interesados en las cosas materiales, entonces, dicha propuesta que le hicieron, no era algo que él quisiera. Pudiendo sonar esto muy espiritual, por dicho desprendimiento de lo material. La otra, es que tampoco se hacían cargo o se responsabilizaban de absolutamente nada, siendo esto una actitud hasta cierto punto infantil.

 

Abundando en esto último, dicha actitud ante la vida y haciendo una alegoría, esto, podría parecerse a la de un perrito que se encuentra en situación de calle; al que nadie le ha enseñado ningún truco, que tampoco se gana la vida acompañando y cuidando a un humano o una casa; en fin, a los animalitos se les tienen consideraciones, porque dependen del ser humano para que tengan una buena vida en la medida de las posibilidades de la persona de quien dependan.

 

Pero, a mi forma de ver, un ser humano, no podría tener estas consideraciones si es que se encuentra dentro de lo que llamamos como normalidad. ¿Dónde quedaría la cultura del esfuerzo y el gusto de haber logrado cosas que antes este ser no podía hacer? Ya no habría para que vivir, si se acaba la esperanza y la lucha por lograr ser mejores personas y tener cosas que ayuden a tener una mejor calidad de vida. Lo que quiero decir es que, a mi forma de ver, esa actitud es un poco despreocupada y que no le llevaría al ser humano a ningún crecimiento o evolución como raza humana.

 

Ahora, hablemos de un exponente del Nihilismo ruso, y se trata de Mijaíl Bakunin (1814 – 1876), él defendía la idea de que la destrucción es creadora. Y por su parte, Dmitri Ivánovich Písarev (1840 – 1868), decía que “Todo lo que pueda romperse, hay que romperlo; lo que aguante el golpe, será bueno; lo que estalle, será bueno para la basura. En todo caso, hay que dar golpes a derecha y a izquierda: de ello no puede resultar nada malo”.

 

Creo que en la mente de quien este leyendo este escrito hará comentarios al respecto, los cuales tal vez traten de que no hay un cuidado; y que es posible que nos estemos refiriendo a personas y no solo a cosas. Usted desde su reflexión personal imagínese si es que esto es sano para su persona y para la sociedad.

 

Continuando con los rusos, hablemos de una de las últimas de las novelas que escribió Dostoyevski (1821 - 1881), la cual lleva por nombre “Los hermanos Karamazov si Dios no existe todo está permitido”. Donde la frase tiene mucho sentido, porque no hay penalización por ningún acto. Entonces, pienso que el ser humano retrocedería en su evolución, porque regresaría a su animalidad y se supone que lo que queremos es dejar esa etapa joven en la evolución humana.

 

Ya para ir finalizando, pienso que, a mayor conciencia desarrollada del respeto hacia la otra persona, efectivamente es porque tuvo que haber algo que regulara las acciones del ser humano, pudiendo llamarle justicia, ser superior, Dios o como sea la imagen que haya en la mente de cada persona. Pero si como dice Dostoyevski: “…si Dios no existe todo está permitido”. La pregunta es: ¿qué conviene más, que exista o que no exista?

 

Pues, sabemos que todos necesitamos de la justicia para vivir en tranquilidad, sabiendo que no porque exista como concepto, por ende, así sucede; pues, cada ser humano se encuentra en un nivel diferente de conciencia o conocimiento de esta. Pero, yendo un paso adelante, nos encontramos con que necesitamos de la empatía, porque hay muchas situaciones en las que el concepto mencionado anteriormente no es suficiente.

 

Caso concreto es el de los seres humanos en sus etapas de mayor necesidad, que son cuando están pequeños y al ser muy viejos; convirtiéndose la justicia en algo combinado con la empatía, sabiendo que venimos de ahí y vamos para allá. Bueno, ahora veamos a un gran exponente muy conocido.

 

Su nombre es Friedrich Nietzsche (1844 - 1900), quien anuncia la muerte de Dios, denunciando al nihilismo cristiano, al entender que destruyó los valores de la antigüedad. Y considerando lo que dice, surge entonces una pregunta que dejaré para ser contestada por ti, la cual dice: ¿Cómo podríamos reponer estos valores de la antigüedad que dice Nietzsche?

 

Posteriormente y para cerrar este tema, el cual me ha parecido importante hacer una pausa para integrarlo. Cierro con lo que se refiere al Nihilismo positivo, el cual habla de una ruptura con la fe en un ser superior. Y siendo que este lleva a la recuperación de los valores y a la emergencia de una nueva posibilidad, la cual es el super hombre. Basándonos en lo anterior, la última pregunta que queda en el tintero es ¿con qué características debería contar ese hombre para llevar hacia una nueva y mejorada historia a la humanidad? 

 

Amor y sociedad.