Cuando te despides de un gran amor, pasan por tu mente todos esos anhelos que alguna vez soñaron o planearon, como en la película de nombre “La La Land: Ciudad de sueños”, que fue el título que se le dio para México y Centroamérica. Donde la actriz Emma Stone y el actor Ryan Gosling, protagonizan el romance musical. Recordando la última escena, en apariencia van juntos en un vehículo y se desvían de la fila y llegan a un lugar donde en el escenario él es quien toca el piano.
Ella lo mira y entonces entiende que de quien se acompaña no es quien ella creía y regresa a su realidad. Y los recuerdos la sacuden y descomponen su cara, porque se da cuenta de que no sucedió. Que su vida pasó de diferente manera y que, aunque lo intentaron, la parte que les tocaba vivir la vivieron y fue todo lo que a ellos les correspondía en su tiempo.
Y que ahora tenían otros motivos para vivir y estar felices, que aquello que soñaron y visualizaban con aquella persona quedó en un bello recuerdo que no pasó. Y que, en tu experiencia actual, ya no son Emma y Ryan; ahora eres tú con tus recuerdos y esfuerzos de lo que no pudo ser, de la forma de como suponías que podía sustentarse esa relación, pero que no es así.
Que tal vez tu realidad fue grotesca y cruel, que lo vivido por muchos años te dolió por como era y que cuando decidiste o decidieron terminar, ya era insostenible para los dos. Tanto para quien lo hacía como para quien lo permitía. Siendo que tu pregunta a cada momento era y si cambia, pero con los hechos reales veías que no sucedía y te dabas cuenta de cómo se lapidaba cada vez más tu esperanza.
Hasta que poco a poco se esfumó y es entonces que te puedes liberar de la esperanza, de esa ilusión de la que estabas prendida o prendido; porque a diario habías abonado algo que lo pudiera cambiar. Y es en ese momento en el que te atreves a mirar hacia otro lado y ver que te descubres a ti misma o mismo, con una gran experiencia de amor propio y de aceptación de la otra persona como es. Habiéndote ayudado a mirarte en ella como en un espejo, pero que no es sano que sigan juntos.
Ahora, has perfeccionado el amor en todas sus vertientes de acuerdo con esa experiencia y ahora vuelas hacia nuevos mundos y rumbos; donde eres una persona más ligera en el amor, y amas con más libertad y podrás seguir amando a esa persona con un sentimiento ya no de culpa, ni de tristeza; sí de un amor universal.
Pues en tu corazón reposará ese sentimiento lindo al que llegaste a través de conocerle y cual cristal bello y hermoso, por el cual puedes mirar y la imagen que te proyectará se tornará linda; pues, has creado un sentimiento exquisito al que te puedes apegar y recordar en cada momento, el cual trascenderá contigo en todas tus existencias, haciendo que te sientas segura y seguro de ti misma o mismo.
Sabiendo que eres un ser transformado por el amor que hay en tu corazón y que fortaleces cada día con el amor genuino que has conocido y del que te provees para vivir, siendo feliz en cada momento, porque ése y todo el amor que has logrado sentir en tu vida animan y embellecen el camino de tu alma.
Hoy te invito a despedirte de esos grandes amores con quienes te soñaste en un futuro, con aquellas y aquellos que hiciste planes a seguir en tu vida y que en el camino se quedaron o tú te quedaste y que ya fue insostenible que pudiesen tener el mismo sueño. Sin reproches, ni recuerdos feos del pasado y echando fuera la tristeza.
Despídete como en La La Land, soñando y agradeciendo el que con esa persona hayas podido soñar esas cosas tan lindas y bellas. Despídete agradeciendo el tiempo compartido y lo que se compartió. Despídanse dándose un beso en la frente en señal de agradecimiento por el afecto compartido y por el gran papel que desempeñaron en la vida de la otra persona (si es que les es posible, de lo contrario está bien en una visualización). Sin promesas y ya sin palabras, dejando que lo que fue se vaya. Y cuando regresen a su realidad, en su mundo; queden satisfechas o satisfechos por lo compartido.
Este es mi pensamiento o idea para despedir a las grandes personas que fueron nuestros amores en el momento en el que nos tocó compartir con ellas y ellos. Podemos también anexar una oración a efecto de que sean despedidas y despedidos con bendición. Y ya después de esto, continuar viviendo lo nuevo que está en el presente, dando siempre lo mejor que hay en nosotras y nosotros.
Ahora, me despido con el ánimo de que, en tu corazón, mente y emociones, pueda caber una despedida linda para que puedas seguir ligera o ligero por tu vida. Generando sonrisas, dicha, paz, gozo… para ti y para el mundo. Sabiendo que la vida continua y que con tu buen ánimo siempre será mejor para ti y para todas y todos. Ten una gran semana y en la medida de que te sea posible, sé feliz y ve que sean felices las personas a tu alrededor y ánimo, mucho ánimo para vivir la vida bonito.
Amor y sociedad.
