Derivado de mi investigación llevada a cabo en el municipio de Tlaxcala a varias parejas de tres generaciones. Siendo que la primera, nació entre el año de 1941 a 1960; la segunda, de 1961 a 1980; y la tercera de 1981 al 2000. Me pude percatar que las personas de la época más antigua, aunque su régimen matrimonial era de bienes mancomunados, el cual se refiere a que todos los bienes materiales eran de ambos; no tuvieron ningún problema respecto al tema de seguir unidos, porque comentan que, aunque con sus altas y bajas, preferían que fuera de esa manera.

 

Por lo que respecta a quienes pertenecen a la generación de 1961 a 1980, que también se unieron por este régimen; no les afectó a quienes pensaban como las parejas de la primera generación mencionada. Quienes sí sufrieron afectación, fueron las personas que decidieron separarse y que emprendieron acciones para que también así fuera en lo legal.

 

En la generación que nació en los años de 1981 al 2000, sucede que a quienes entrevistamos no se habían casado y en la fecha de la entrevista, a la mayoría no le entusiasmaba la idea y a quien sí, no le alcanzaba el ánimo como para emprender alguna acción para ver materializado este hecho.

 

Por lo que, en este escrito, te voy a compartir cosas que observé que les molestan o molestaron en las tres generaciones. Y que, si las consideras y llevas a cabo, es muy posible que te ayuden a tener una mejor convivencia en tu relación de pareja y ésta funcione. Así que aquí te los presento.

 

  1. De ninguna manera casarse por bienes mancomunados, pues, en este tiempo de mentalidad capitalista, es muy probable que te ahorre discusiones y problemas. También te servirá a poner tu confianza en ti y no en la otra persona, ya que a veces se traduce en apegos inseguros, que conllevan mucho sufrimiento.

 

Lo anterior tiene un trasfondo muy amplio, pues, en la investigación observé que, al momento de la separación, a las mujeres les viene muy bien contar con suficientes recursos de todo tipo. Ya que fue el caso de todas ellas, que quedaron al cuidado de las y los hijos, haciéndoles falta todo tipo de bienes muebles e inmuebles para poder criarlos mejor. Y tristemente, el cincuenta por ciento de los hombres, simplemente se desentendieron de la responsabilidad en su totalidad o buscaron maliciosamente deslindarse de esta.

 

  1. Estando dentro de la relación, repartirse los gastos de forma equitativa; es decir, que, quien gane más, aporte más.

 

  1. Que, de igual manera, se repartan los quehaceres de forma equilibrada. Porque, observé que, quien aporta más dinero, cree que debe hacer menos quehaceres. Lo cual a la larga genera inconformidad y separación, pues, es injusto.

 

  1. Ah, y por supuesto que si creen que quieren experimentar una relación sexual con otra persona; por favor, terminen antes la relación en la que se encuentran para no faltarse el respeto o generarse sufrimiento, dolor o enfermedades de transmisión sexual.

 

  1. Y si creen que estos sencillos puntos, no los pueden llevar a cabo; con seguridad les digo que los resultados de mi investigación arrojaron, que la relación se deteriorará hasta que se acaben los sentimientos lindos, causando dolor no solo a quienes son pareja, sino que se extiende a los hijos y entorno.

 

Con estos cinco puntos es que el día de hoy te comparto los resultados de lo que me encontré en la investigación que llevé a cabo. ¡Espero te sirvan! Ahora me despido deseando de todo corazón que te encuentres en una relación de pareja equitativa, equilibrada y sobre todo con amor, mucho amor; y que, sino es así, de verdad seas consciente y busques encontrar la lección que debes aprender y la aprendas, te sientas feliz con ello y que no dañes a nadie mientras esto sucede, mucho menos a ti. Que tengas una gran semana.