Vamos a pensar en dos ideas en relación con el amor de pareja, la primera se trata de un amor infantil, torpe e inmaduro. El segundo, por su parte, de uno correspondido, recíproco, maduro y consolidado. Hasta aquí, me atrevo a pensar casi sin dudarlo; que, si las personas tuvieran que elegir, seleccionarían la segunda opción. Pero, en la realidad, no es así. Así que te voy a internar en la mitología griega, para que te des cuenta de lo que nos habla este relato que te voy a platicar, porque a mi forma de ver se acopla a la actualidad. Así que vamos a verlo:

 

Comienza cuando nos remontamos a un tiempo y lugar que solo existen en el inconsciente de las personas y que los griegos crearon y utilizaron para explicar lo que sucedía en su vida cotidiana. Este dice que, había una diosa del amor, la belleza y la fertilidad, llamada Afrodita; y un dios de la guerra, que llevaba por nombre, Ares; quienes tuvieron dos hijos. Al primero que les nació le pusieron por nombre Eros o Cupido.

 

Su madre, observaba que éste se desarrollaba en su aspecto biológico; pero, siendo el dios del amor y del deseo; sus características denotaban a un ser infantil, torpe e inmaduro. Se percató que esto traería mucho dolor y sufrimiento a los seres humanos. Y buscó la forma de arreglarlo, acudiendo a Temis, la diosa de la justicia.

 

Quien tuvo por padres a Urano, el dios del cielo; y a Gea, diosa de la tierra. Me es necesario mencionar a los padres esta, porque claramente marcan una dualidad conocida, la cual es el cielo y la tierra. Ellos, dieron a luz a su hija la justicia, formando con esto una trinidad y con ello, una estabilidad.

 

Ahora, la pareja de Afrodita y Ares, la buscaban para que les diera un consejo que se refiriera a una solución estabilizadora al respecto de su hijo, Eros. Y viendo ésta que se movían en un ánimo justo, el cual, era la naturaleza de ella, se los dio.

 

Éste se trataba, de que tuvieran otro hijo, que hiciera una dualidad con el primero. Siendo que, como hermanos, primero se ocuparían de los juegos propios de su edad, pero mientras se desarrollaban juntos, ambos también desarrollarían la naturaleza propia con la que habían nacido y habría así un equilibrio; es decir, una dualidad entre ellos. Es así, que tuvieron por hijo a Anteros.

Siendo que las características principales de éste, eran con base al remedio que buscaba la pareja de la belleza y de la guerra, respecto de las que tenía su primer hijo. Es entonces, que el segundo que también venía a referirse a temas afectivos y de pareja; traía como principal tarea, ser el vengador del amor no correspondido.

 

Abundando un poco en lo anterior, puedo decir que, Cupido vino como un primer prototipo del amor entre las personas; pero, dado que no había información en el universo de este concepto; actúo desde sus instintos más salvajes y racionales. Pero, aunque esto le permitió poder vivir, el resultado fue muy dañino para la humanidad. Porque, le faltaba experiencia y madurez en su área de acción. Es entonces, que hubo que hacer digamos que otro proyecto, que de alguna manera arreglara, diera continuidad o complementara al primero.

 

Sin embargo, no quiero dejar en la o el lector la idea de que ése primer amor está mal o es malo. Más bien, que está por así decirlo, en su parte bruta o cavernícola y que requiere ser pulido y abrillantado. Pero, esto último, ya no es parte de su naturaleza, que se encuentra basada en sus instintos más animalescos y de supervivencia.

 

Y que, para pasar a la siguiente etapa de pulido y abrillantado, fue o ha sido necesario que la humanidad pase o pasará por la anterior; es decir, el amor de Cupido. Es así, como las y los seres humanos llegan a conocer el amor afectivo y de pareja, de Anteros. El cual, reitero que provee correspondencia, madurez y consolidación, entre otras cosas.

 

Por lo tanto, es mi de mi deseo para ti que me lees, que en este 14 de febrero puedas celebrar un amor abrazador, lindo, limpio y seguro como el de Anteros. Que sepas que está ahí para ti y tu para él. Donde los proyectos surjan y los planes se consoliden. Que puedan ver y disfrutar las plantas floreciendo y dar su fruto maduro, dulce y nutritivo.

 

Y si por alguna razón, por ahora no es así para ti; sepas que siempre puedes empezar por amarte a ti de esa manera; a modo de enviar las señales adecuadas al universo, para que en su momento te sea concedido como deseas.

 

Por ahora me despido, no sin antes enviarte un abrazo a la distancia y desear para ti y tus seres queridos, una semana llena de dicha, gozo y perdón. ¡Te abrazo a la distancia y que esta semana sea grandiosa para ti!