Dando continuidad a lo dicho en el artículo anterior, respecto de la influencia del factor físico en la elección de pareja de las abuelas, madres e hijas. Y con el objeto de complementar la comprensión de este factor, ahora toca hablar de las parejas de estas. A quienes he llamado abuelos, padres e hijos. Cabe el recordatorio de que de quienes hablo son parejas originarias y vecinas del estado de Tlaxcala y que muy probablemente para otro entorno o lugar, esta información cambiaría. Pero, la aquí plasmada, nos provee de una idea de lo que nos podemos encontrar allá afuera.

 

Para dar comienzo, te recordaré que las tres generaciones de las que hablo son en línea recta de la misma familia, reitero también, que por eso es que manejo el parentesco de abuelos, padres e hijos. Quienes nacieron entre los años 1941-1960, 1961-1980 y 1981-2000, respectivamente. Reitero también que, a las parejas a quienes entrevisté las estoy considerando como representantes de las generaciones a las cuales pertenecen; pues, obvio sería imposible entrevistar a todas las parejas de las familias.

 

Bueno, continuando con el estudio; y para ir elevando más el vuelo en el conocimiento de las respuestas de lo que dijeron los varones al respecto de este tema. Comienzo diciendo que, en la generación de los abuelos, estos no se atrevieron a decir que les gustara el físico de su pareja. Sin embargo, esto no quiere decir que hubiera un desagrado por este. Lo que sí quiero decir, es que durante la entrevista no lo manifestaron abiertamente; y que a lo mucho expresaron cosas como que les gustaba su dinamismo, alegría, carácter y forma de ser.

 

Recordemos que hablamos de una época, donde la expresión no era digamos abierta y que tal vez se veía como tabú el expresar que a un hombre le gustara una mujer por su cuerpo. También nos es necesario comentarte que, estos varones no tenían una expectativa de la pareja respecto a este factor. Sin embargo, en la realidad estuvieron muy a gusto con su elección.

 

Abundando un poco en porque no tenían una expectativa al respecto, creo que es porque en el tiempo de su elección, no había pantallas de televisión que les indicaran los parámetros de elegibilidad al respecto de este factor. Sin embargo, sí existía una imagen a seguir, la cual era la de la sagrada familia, que les proveía la iglesia católico romana; la cual les permeaba como lo hacen hoy todo tipo de pantallas.

 

A saber, algunas de las características de lo deseable para elegir a alguien como pareja en este tiempo, eran que: fuera sumisa, abnegada, que se encargara del cuidado de los hijos, atenta en hacer los quehaceres del hogar, que ayudara a su marido, que llevara a las y los miembros de su familia a la iglesia, entre otras.

 

Para concluir con el análisis de hablar de este elemento en esta generación, he de comentar que, aunque no visualizaban que su pareja electa fuera de alguna manera; en la realidad estuvieron conformes con quien eligieron. Es decir, el cien por ciento de ellos quedó conforme con su decisión.

 

Después de haber concluido con este análisis, voy a hablar de la generación de los papás, quienes son hijos o yernos de los abuelos. Ellos, definitivamente sí comentaron abiertamente que, en la visualización de la pareja, sí querían a alguien con un cuerpo como el de las actrices que veían en alguna pantalla ya sea de televisión o de cine.

 

Cuyas características eran: que fueran con curvas pronunciadas, amplias caderas, pechos voluptuosos, melenas abundantes, ojos muy vivos, entre otras cosas. También dijeron algo así como que les hacían una especie de escaneo a las mujeres que se encontraban en su transitar por el mundo, para ver si es que el molde que traían encajaba con la persona que les llamaba la atención.

 

En este caso, los hombres sí dijeron que las mujeres a quienes eligieron como su pareja, sí se parecían a quien ellos ya traían en mente. Y al preguntarles si estaban conformes con su elección en la vida real. Obvio que contestaron que sí lo estaban. Por lo que podemos decir que, el cien por ciento de los hombres de esta generación también estuvo conforme con su elección, así como lo estuvieron los hombres de la generación anterior.

 

Cabe hacer mención de dos diferencias muy sustanciales entre estas generaciones. La primera se trata de que, en la generación de los abuelos, comentaron que lo deseable era que su pareja fuera como lo decía la religión que profesaban. Y éstos no se enfocaban en ver o expresar lo relacionado al aspecto físico. En cambio, en la generación de los padres, como ya todo era más visual e incluso ya había una especie de moldes que dictaban si estabas eligiendo bien.

 

Queremos entonces resaltar el poder de ambos, tanto el de la religión, como el de los medios de comunicación a la hora de elegir pareja. Pero, seguramente esto tú ya lo sabías o tal vez no. Te invito a hacerte la pregunta personal del tiempo en el que elegiste a tu pareja ¿Quién fue tu mayor influencia, la religión o lo que se decía en los medios de comunicación? Te dejo la pregunta y continuo con el tema.

 

Y es con el análisis de estas dos diferencias muy marcadas entre una y otra generación, que doy paso a hablar de la última a la que me referiré. La cual es la de los hijos, donde al igual que su generación antecesora ya hay una especie de molde que los hombres por así decirlo le van poniendo a las mujeres con quienes se relacionan.

 

Sin embargo, el molde para esta generación cambió; pues ahora las características para ellas, son que debían ser delgadas, de cabellos largos y lacios; ahora, ya importaba la sonrisa y que tan “cool” y “buena onda” fueran ellas. Y por supuesto, no podría faltar, que fueran activas en las redes sociales; porque, si eran populares, estarían mejor valoradas. Aunque esta última no se trata del físico, la traigo a cuenta, porque las redes pienso que se hicieron tan íntimas, que en una especie de supuesto, podría decir que forman parte de el.

 

Como era de esperarse, los varones de esta generación, en su visualización y en comparación con la realidad que vivieron respecto a este elemento; por supuesto, que sí estuvieron de acuerdo con la pareja que eligieron. Pues, toda esta generación, está de alguna manera de acuerdo con los estereotipos que circulan en los medios de comunicación y en las redes sociales.

 

Hasta aquí, puedo decir que el sesenta y seis por ciento de los varones entrevistados; es decir, la generación de los padres e hijos, sí visualizaban a su pareja y el resto no. Pero, aunque no todos tenían una visualización de la pareja, de todas formas, a la hora vivir la realidad, este porcentaje aumentó al cien por ciento de satisfacción en y para todos los varones involucrados.

 

Relacionando este último párrafo, con lo que tiene que ver con la información de las mujeres, del artículo anterior, respecto a este mismo factor; vemos que el sesenta por ciento de ellas, sí tenía una idea clara de lo que quería, y el resto, no. Pero, a la hora de vivir la realidad, el porcentaje había aumentado al ochenta por ciento.

 

Por lo que puedo decir que, el factor físico sí tiene mucha influencia en la elección de la pareja, pues ya vimos los porcentajes, tanto para las mujeres como para los hombres. Y en el aspecto de la visualización, vemos que la influencia de más del sesenta por ciento, la aportaron tanto la religión, como los medios de comunicación. Es con este comentario que concluyo, y te invito a que te des el tiempo para contestar la pregunta que encontrarás subrayada en el cuerpo de esta nota periodística.

 

También te comento que, en mis siguientes colaboraciones, hablaré del factor intelectual y el relacionado con el medio ambiente en el que se desenvolvían las y los miembros de las parejas; temas que pidieron quienes se tomaron la atención de leerme y escribirme. Lo cual les agradezco y les invito a que lo sigan haciendo. ¡Que tengas un excelente inicio de semana!