La serie de sucesos no podía ser más perfecta para una serie de televisión, dos serían las amenazas del más alto nivel, con espacio de apenas seis días, fueron suficientes para que los dos más poderosos capos del Cartel de Sinaloa Ismael el “Mayo Zambada”, y Joaquín el “Chapito”, Guzmán López se entregaron o pactaron con  el gobierno de Estados Unidos, la primera amenaza se dio el pasado jueves 18 de julio fue lapidaria y fue sentencia de muerte emitida por Tom Honas, ex director de la agencia de migración y aduanas de los Estados Unidos, el influyente personaje de corte republicano les envío una advertencia directa a todos los cárteles mexicanos, les dijo que tan pronto Donald Trump asumiera la presidencia los declararían como organizaciones terroristas y vendrían por ellos sin pedir permiso.

 

Seis días después el miércoles 24 de julio en una entrevista conjunta en la que aparecieron Donald Trump, y su compañero de fórmula J,D, Vance, los dos abrieron fuego amigo contra México y todos sus cárteles denunciaron que el gobierno de México esta petrificado frente a los carteles que ya son los dueños del país, y que sus capos pueden tirar al Presidente en dos minutos, Trump declaro que al asumir la presidencia, él estaría dispuesto a bombardear sus posiciones, en pocas palabras coloco a los capos ya como objetivos número uno de su campaña, los objetivos número uno de su campaña, los Osama Bin Laden, y el nuevo ISIS versión 2024.

 

Todavía no se enfriaba el severo impacto de las advertencias conjuntas contra del candidato presidencial y de su apuesta para vicepresidente cuando ayer jueves, el fiscal norteamericano Merrick Garland, emitió un comunicado en el que anunciaba que ya tenía bajo custodia a los dos principales capos del cártel de Sinaloa Ismael el “Mayo” Zambada y Joaquín el “Chapito” Guzmán López, socio compadre e hijo respectivamente de Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera, se pretendió correr la versión de que fueron capturados en el paso Texas, cuando ambos fueron a ver unos terrenos ingenio pensarlo “El Mayo” y el “Chapito” no serían tan ingenuos como para cruzar juntos la frontera para ser capturados con tanta facilidad con el “Chapo” y con Ovidio Guzmán López presos bajo juicio en Estados Unidos.

 

 Abatidos sus principales brazos armados, esos dos asesinatos lo habrían persuadido para acelerar su entrega al gobierno norteamericano, sus dos poderosos sicarios abatidos fueron Eliseo I. Castro, alias “ El Cheyo Ántrax” y  Martín E. Araujo, jefe de plazas del “Mayo” en Culiacán, una tercera pista se dio entrada la tarde de ayer cuando se filtró la presunción de que Ovidio Guzmán López, extraditado a Estados Unidos en septiembre del 2023 habría sido liberado igual que Vicentillo Zambada, los dos hijos de los capos negociaron a cambio de información.

 

 ¿A quién alcanza esa información y cuando será revelada?, ¿Antes o después de la elección norteamericana del 5 de noviembre?, sea como fuere la entrega propia y captura de los dos principales capos del Cartel de Sinaloa sacudió al inquilino de Palacio Nacional.

 

SI se entregaron existe el temor de lo que vaya a revelar o a decir como testigos protegidos, si los entregaron porque saben que, aunque hayan cooperado una de sus declaraciones puede poner nervioso al ya incómodo presidente AMLO y a sus tres hijos que tienen años bajo investigación.