Recuerdo que cuando decidí estudiar el Tarot, fue porque me habían dicho que era algo muy malo; pero, nadie me daba una explicación; así que busqué la oportunidad y estudié “Tarot de Marsella simbología dinámica y claves secretas mágicas” escrito por José Antonio Portela. Leí cada letra de este libro y me encantó.

 

Porque en primer lugar me di cuenta de que este sistema para hablar contigo misma o mismo no se trata de adivinar. A como yo lo entiendo, es un lenguaje a través de los símbolos que nos encontramos en el medio ambiente que nos rodea, tanto material como espiritual. Y me di cuenta que a este lo puedes utilizar como una herramienta que te puede ayudar a esclarecer tus ideas y sentimientos.

 

Pero, no es magia por sí sola, sino que la magia la haces tu, siendo honesta u honesto al utilizarla. Porque, si te gusta mentir o engañarte, no considero que ningún sistema te sea de ayuda y el tarot te lo hará saber. Pues, eres tú hablando contigo. Recomiendo que, si usas esta herramienta, no pierdas el tiempo y desde el principio te acompañes de tu honestidad.

 

Bueno, después de comentarte cómo es que yo entiendo esta herramienta para comunicarnos con nosotras y nosotros mismos. Hoy te quiero hablar de una particularidad. Te comento que este sistema lo encuentro como uno para esclarecer sentimientos, emociones o pensamientos. También te quiero comentar que por así decirlo no sabe restar.

 

Te explico: en sus 22 arcanos mayores, los cuales son figuras que tú ya conoces, como El Mago, que es el I, La Gran Sacerdotisa, la II, La Emperatriz, el III; El Emperador, el IIII. En este último, tú dirás que, siguiendo la mecánica de irlos mencionando en números romanos, debería escribirlo así: IV. Siendo que esta escritura se trata de que la V, vale 5; y el I, que se le antepone, le resta a la V, para quedar en 4.

 

Sin embargo, aquí es diferente, porque como explica este y otros autores, el Tarot no resta. Porque, las divinidades no restan, siempre van a más, ya sea en crecimiento, evolución o expansión; pero, nunca a menos. Ahora, te voy a dar otros ejemplos de este caso.

 

El número que seguiría con este caso sería el IX, donde, su escritura en el Tarot es VIIII. Siendo este un caso parecido al IIII. Otro ejemplo es el XIV, y su escritura correcta en el Tarot es XIIII. Por último, XIX, donde lo correcto es XVIIII. Es así que concluyo con esta explicación. Para pasar a otra a la cual quiero llegar.

 

La cual se trata de que cuando estamos en este mundo, creemos que el bien y el mal se encuentran al mismo nivel y que estamos en una lucha. Pero en algún momento de mi vida, me di cuenta de que esta lucha es por esas creencias que tenía. Poco a poco ha ido cambiando mi forma de pensar y hoy te la puedo compartir con este ejemplo.

 

Para ello, hago la siguiente alegoría: digamos que la y lo divino es como un gran árbol lleno de frutos deliciosos y maduros y el mal es apenas un pequeño hongo que se adhiere a este, pero que en invierno muere o muere por las condiciones. Y nuestro bien, lo equiparamos y ponemos al mismo nivel que a este parásito.

 

Si nos diéramos cuenta de que eso es una mentira que el cerebro utiliza para representar lo que vive. Ahora mismo se me ocurre que somos muy dramáticas y dramáticos. Porque carecemos de madurez. Esa que nos provee el enfrentarnos a la vida todos los días, ahora o a veces es con miedo y con poco ánimo.

 

Pero, espero que llegue el día en el que podamos ver esto como que el mal es pequeño y la y lo divino son muy grandes e infinitos. Porque, reitero si seguimos pensando que el bien y el mal están al mismo nivel, creo que no saldremos de esta lucha. Y si lo hacemos como propongo, es posible que podamos ver que existe algo más grande que solo el dolor y la tristeza que vivimos en este mundo.

 

Obvio, lo que propongo, es una actitud de empoderamiento que no se consigue de la noche a la mañana, sino que requiere de un gran trabajo de introspección y lucha ante todo lo que vemos que nos amenaza y lastima.

 

Sé que tal vez esto suena muy soñador, pero es una mirada interesante a observar para dejar de vivir tristes y sumergidas y sumergidos en la fatalidad. Pues, creo que el saber que hay algo más grande que esto, en lo personal me hace sentir relajada y tomar no la postura de víctima, y sí la de un ser capaz de trascender cualquier situación que se le presente.

Es así que concluyo mi escrito, ojalá y este pensamiento ayude a tu imaginación a salir de algún estado en el que te encuentres atrapada o atrapado. Pero ya que buscarás darle una forma material, porque de esta manera es que funciona nuestra mente, te sugiero pongas en esta forma, una con justicia, bondad, caridad, y toda cosa buena y sutil que conozcas.

Bueno, por ahora me despido; esperando que esta forma de ver las cosas abone a la creación de tu nuevo mundo, el cual sugiero que acompañes con razones justas. Te deseo una gran semana, acompañada de grandes, magníficas y gratificantes cosas por descubrir. Y que el arte de cambiar las cosas para que sean mejor que antes, te acompañe en todo momento. Que las mejores bendiciones te acompañen, ¡hasta pronto!

 

Amor y sociedad.