Hoy te comparto la parte número dos de “Experiencias que Valen Oro”, espero que la disfrutes mucho, así como yo disfruté al escuchar a las personas para realizarla. En esta ocasión te encontrarás con tres experiencias. La primera, trata de un hombre que aprendió a vivir tranquilo; la segunda, de una mujer que tomó una gran decisión; y la tercera, de un niño que aprendió aspectos básicos de cómo sí es la amistad. Vamos a verlas.
EVO 6: Hombre de mediana edad que aprendió a vivir tranquilo
Vivencia:
“Creía que, para poder convivir con mi hija, debía aguantar los maltratos que me proveía su madre. Al pasar el tiempo, dejé de sufrir, pues, me di cuenta de que ella tiene su forma de ser y que yo soy quien decide cómo es que acepto que me traten. Así que, sin pelearme más con su forma de ser, solo me miré con amor y me comencé a tratar mejor; fue así que dejó de dolerme como era ella. Eso sí, nunca dejé de buscar relacionarme y convivir con mi hija y estar al pendiente de ella, en lo económico, emocional, académico y en todo.
Tesis:
Creía que para poder estar con su hija debía aguantar los maltratos que le proveía la madre de esta.
Antítesis:
Se dio cuenta de que no es necesario ser maltratado para poder convivir con su hija y se miró con amor y se comenzó a tratar mejor.
Síntesis:
Aceptó que hay muchas formas de ser de las personas, pero que él tiene una propia para tratarse y que no incluye maltrato, y que con esta nueva forma puede convivir mejor con su hija.
Comentario:
Esta es la historia de un padre, que al querer convivir con su hija, se encuentra con que la madre de esta, le impone maltratos, algo así como una especie de castigo que en su momento él aceptó; pero, que al paso del tiempo se dio cuenta de que eso le lastimaba y decidió cambiar y ser mejor persona, en un principio con él. Obvio, continua el trato con esta mujer y acepta que ella es así, que esa también es una forma de ser; pero, ya no acepta que sea trasladada a su persona. Comentó que ahora él está muy tranquilo y que ya no le afecta como antes la forma de ser de la madre de su hija, pues ella es como es y el ya aprendió a amarse.
EVO 7: Mujer de mediana edad que está conforme con la decisión de cuidar de su hija e hijo y ejercer esporádicamente su profesión
Vivencia:
“Yo me imaginaba ejerciendo mi profesión y cuando me casé, quería seguir ejerciéndola y a la vez ser madre. Pero, mis embarazos fueron de alto riesgo, al grado de estar en cama todo ese tiempo. Insistí en continuar con el ejercicio de mi profesión, pero mi cuerpo no aguantó los esfuerzos físicos. Es así que me decidí por cuidar a mis hijos, eventualmente ejerzo mi carrera, pero ya solo con personas conocidas. No me arrepiento de la decisión que tomé, pues, es tiempo de vivir otras cosas.
Tesis:
Ella imaginaba una vida en la que ejercería su profesión y podría cuidar de sus hijos.
Antítesis:
Al ver que su cuerpo no respondía de la misma manera después de sus partos, se dio cuenta de que no podría seguir ejerciendo su profesión como lo venía haciendo.
Síntesis:
Fue entonces que tomó la decisión de cuidar a su hija e hijo y eventualmente ejercer su profesión con personas que ya conocen sus servicios y de ninguna forma se arrepiente de haber tomado esa decisión.
Comentario:
Es el caso de una y de muchas mujeres profesionistas quienes desean seguir ejerciendo su profesión, cuando ya hubieran formado su familia. Y que muchas veces las condiciones no les permiten que así sea. Pienso en lo personal que no desperdician su vida, como he escuchado muchos comentarios. Sino que evalúan sus circunstancias y toman decisiones a favor del cuidado de la vida y eso jamás puede llamarse desperdicio. Por el contrario, es una decisión al cuidado de la vida.
EVO 8: Niño de primaria que aprendió aspectos de lo que sí es la amistad
Vivencia:
“Estaba en la escuela primaria y pensaba que si hacia lo que un niño me pedía, entonces este sería mi amigo. Pero diario me pedía algo, a mí y a mis compañeros. Él era más grande y nos intimidaba diciéndonos que nos sacaría del juego. Yo no tenía la fuerza suficiente como para decirle a mi mamá, pues, creía que él tenía el poder. Le pude decir a mi mamá, cuando nos cambiamos de casa, que ya me sentía más seguro. Y me di cuenta de que esa no es amistad. En el nuevo lugar donde vivo, tengo nuevas amistades y no son así”.
Tesis:
Pensaba que si le daba lo que me pidiera ese niño, me dejaría jugar y sería mi amigo
Antítesis:
Me di cuenta de que la amistad no es así
Síntesis:
Ahora que vive en otro lugar y se siente más seguro, pudo decirle a su madre y sabe que eso que vivió no era amistad
Comentario:
Aquí observamos la experiencia de un niño que desde el kínder que es donde se encontró con este niño, vivió por años esta situación de bullying y que tristemente vivió esto solito, porque no le había dicho a su madre. Y que en cuanto la distancia por haberse ido a vivir a otro lugar, sintió que le favoreció y pudo hablar y decir lo feo de esta situación. Él ahora vive una nueva etapa con amistades que no son así.
Como te habrás dado cuenta, las experiencias que estas personas vivieron nos dejan un buen sabor de boca, pues, nos anima a continuar con tener esperanza de que siempre las cosas pueden mejorar; solo hay que observar los tiempos en los que ya es posible que suceda. Porque, por ejemplo, en esta última “EVO”, el niño no había desarrollado suficiente confianza con sus padres y dejaba que otros niños lo intimidaran; pero, cuando vio una oportunidad, la tomó; y aunque él es muy joven aún, ya ha aprendido aspectos importantes de la amistad y a aprovechar oportunidades. Lo cual nos lleva a pensar que no hay edad para el aprendizaje y que las lecciones o pruebas en la vida, las tenemos a lo largo de ella.
Bueno, por ahora me despido, no sin antes desear que al igual que estas personas tu vida sea transformada siempre para algo mejor y hacerte saber que si ahora mismo no estás viendo que eso te suceda, te digo que sigas buscando y a la vez esperando los tiempos y circunstancias que te lleven a lograrlo. Cuídate mucho y nos vemos pronto.
Amor y sociedad.
