Cuando nos referimos al amor de pareja, es sabido en todo el mundo, que este es concebido de diversas formas en las distintas culturas; pero, que siempre ha sido llamado para inspiración en la creación de las artes, la ciencia, música, pintura, poesía; y en un sin fin de actividades sutiles y estéticas que conllevan al placer y deleite de los sentidos. De igual manera, comento que estimula el ánimo y lleva a producir éxtasis en el corazón del ser humano.

 

Es por ello que, en trabajo de investigación, respecto a teorías que se refieren a la pareja; hoy te voy a hablar de la teoría triangular del amor. La cual plantea Robert Sternberg, psicólogo de profesión y experto en la materia. Quien, para explicar su teoría, señala tres componentes; los cuales son: intimidad, pasión y compromiso.

 

Y ahora mismo te los describo, a efecto de que te vayas ubicando en el que te corresponda actualmente; o el que hayas vivido en algún momento en el que te enamoraste. Bueno, pues comienzo por el primer elemento; es cual es el de la intimidad, o también llamada cercanía; que se refiere al sentimiento y afecto que une a las personas.

 

Quiere decir que, éstas dos personas pudieron de alguna manera tocar el corazón de la o del otro. Aclaro también, que este componente no se trata de que hayan tenido intimidad, en la que intervinieran sus genitales; y que más bien lo que sí intervino fue su corazón.

 

Enseguida, tenemos a otro elemento, el cual es la pasión; que se refiere a las ganas intensas de estar con la persona amada y especial. Y aquí sí se refiere a la parte corporal, donde puede haber besos, abrazos, caricias y cualquier muestra de afecto hacia la otra persona.

 

Por último, tenemos al compromiso; el cual se trata de la lealtad, fidelidad y responsabilidad; que, en un corto plazo, se encuentra relacionado con la decisión que toma una persona de amar a otra; mientras, que en el largo plazo; se refiere al compromiso para sujetarse y mantenerse en ese amor.

 

Ahora bien, de ésos tres elementos; el autor desglosa siete tipos de amor, los cuales a saber son:

Cariño, caracterizado porque existe una relación de amistad o intimidad únicamente, sin considerar a la pasión ni al compromiso.

 

Al segundo, lo nombró encaprichamiento, que solo contiene la parte de la pasión, dejando fuera a la intimidad y también al compromiso.

 

El tercer tipo de amor es el vacío, contenido aquí el compromiso y excluyendo a la intimidad y la pasión.

 

El cuarto, es el amor romántico, integrado por la intimidad y la pasión, sin el compromiso.

 

Por otra parte, en la quinta combinación, tenemos al amor sociable, donde únicamente se encuentra la intimidad y compromiso, pero sin pasión.

 

Y ya casi para concluir esta descripción, en el sexto tipo de amor, está al que llamó amor fatuo; en el que no hay intimidad, pero sí pasión y compromiso.

 

Por último, en el séptimo lugar; tenemos al amor consumado, donde convergen los tres elementos de la teoría: intimidad, pasión y compromiso. Aunque, el autor advierte; que esta última combinación es difícil que se logre; y que las personas permanezcan en ella, aún más.

 

Yo recuerdo que en mi colaboración que llevó por nombre “¿Cuánto pesó el factor físico cuando eligieron pareja las abuelas, madres e hijas?”; encontré que las mujeres son capaces de comprometerse y unirse en pareja, aunque ésta no les guste físicamente; pero, si logran ver otras características en ella; son capaces de responsabilizarse.

 

Es entonces que, estas se estarían uniendo de acuerdo con esta teoría; en la quinta combinación, que es el amor sociable; donde, únicamente se encuentra la intimidad y compromiso, pero sin pasión. Encontrando muy valiosa la parte del compromiso, pues entiendo que lo tienen en alta estima. De igual manera, Almeida (2013), encontró en su trabajo de investigación; que este elemento aporta estabilidad a la relación, y sirve como una base que consideran segura, para poder desarrollar la intimidad y la pasión.

 

¿Y tú, después de observar esta teoría; con cuál tipo de amor te identificaste?

 

Amor y sociedad