Estallo la guerra hacia el interior del PAN, el reparto de culpas sobre los pobres resultados en la elección presidencial del 02 de junio, fue el detonante del canibalismo azul, se están devorando los unos a los otros, en una danza de reparto de culpas que viene dándose desde que a mediados del sexenio de Felipe Calderón, cuando el PRI les arrebato el congreso el blanquiazul perdió la brújula, el primer disparo lo hizo Javier Lozano, cuando en su cuenta de X denuncio “ Marko Cortés quedó como lo que es, un mediocre que no asume su responsabilidad en la estrepitosa derrota, él y los suyos van cómodamente al senado, además se exhibió como un vulgar mentiroso, urge que se largue de la dirigencia de Acción Nacional”.

 

Sin mediar tiempo el ex presidente Felipe Calderón, reclamo también en su cuenta de X a Marko Cortés, el haber dejado fuera a tribunos albiazules como Jorge Triana, y repartirse para sí mismo, y para los suyos, las mejores posiciones plurinominales, el ex presidente decretó que la caída del PAN, tiene una explicación muy clara sus dirigentes, especialmente el actual, Marko Cortés se han servido con la cuchara grande seis años en la dirigencia.

 

Lástima por qué ¿solo cubrió el 39 % de representantes de casilla? ¿qué hizo en seis años aparte de quedarse con las pluris y las notarías?, Marko Cortés no se quedó callado y reclamo con dos mensajes al ex presidente recluido en España, “ La explicación para los panistas es muy clara dejaste completamente sola a Josefina y pactaste con Peña Nieto y de Pluris” mejor no hablemos, tu grupo sabe muy bien de eso y hasta me las pidieron en 2021 y 2024.

 

 El dirigente albiazul remato “Felipe Calderón explícanos por qué la peor caída de votación para Acción Nacional” en la historia fue cuando fuiste presidente dejando a nuestra candidata en tercer lugar, aprovechó también para pedirte que nos expliques que paso con García Luna, porque sin tener ninguna responsabilidad, al PAN eso le provoco un enorme daño, en la campaña ¿tú no te enterabas de lo que pasaba en tu gobierno o lo consentías?

 

Xóchitl Gálvez no se quedó fuera de esta “guerra azul” y planteó la renuncia del presidente nacional del PAN, y en su cuenta de X escribió “Esto no puede ser la oposición Marko Cortés, la resistencia civil ha confiado y como dirigentes no se puede escuchar a la hamaca, si Genaro García Luna es culpable, que se castigue so le toca a la ley.

 

A Felipe Calderón, la historia lo juzgará y si tú no sabes dirigir, renuncia” al margen del reparto de las consabidas culpas en medio de la estrepitosa derrota, hay que identificar los tres momentos en que el PAN se perdió en un tobogán de descrédito, después de aquella gran victoria en la elección presidencial del 2000.

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Hay que reconocer sin embargo que el mayor descalabro del PAN se dio cuando en posiciones clave como el comité nacional y en muchos estados insignia del Albiazul como Nuevo León, el blanquiazul aprendió a hacer de las derrotas su mejor negocio, o mejor dicho el mejor negocio para sus dirigencias Marko Cortés, así en diminutivo sabe de lo que hablamos por eso se vio impotente para darle lustre a la candidatura de Xóchitl Gálvez, a la que no solo dejó sola sino que en los momentos más críticos de la campaña  el aprendiz de brujo azul, se convirtió en su delirante verdugo, quién a gritos le reclamaba a la candidata presidencial sus presuntos desaciertos, y soberbio con delirios con delirios de una grandeza que no tiene.

 

Por eso el PAN vive hoy sus peores días porque los intereses personales de Marko Cortés, Santiago Creel, Roberto Gil Zuarth y una docena de los suyos, transformaron ese otrora partido de ejemplar oposición en un remedo de lo que en sus mejores tiempos imaginaron Manuel Gómez Morin, Luis H Alvárez, Ernesto Ruffo, Fernando Canales, Francisco Barrio y Manuel Cluthier, de poco o nada sirve ahora desatar esta guerra partidista de culpas los actuales jerarcas del PAN, son un puñado de derrotados, de incompetentes que traicionaron sus principios para acabar haciendo de la política opositora su mejor negocio personal.