Carlos Slim, el hombre más rico de México engrandece su fortuna con su lambisconería entre los políticos que significan grandes negocios, el personaje que en 2012 fue bautizado por el candidato AMLO, como el jefe de la poderosa y cuestionada mafia del poder, hoy es el empresario consentido de palacio nacional, quizás por ello su brazo filantrópico es la fundación Carlos Slim, que otorgó esta semana pasada el “premio en salud 2024” al doctor Moisés Selman, pareja desde hace 36 años de la madre de Claudia Sheinbaum, la también investigadora Annie Pardo Zemo, si es la madre de la  virtual presidenta electa que hace algunos meses también fue galardonada por la Secretaria de Educación Pública con el Premio Nacional de Ciencias 2022, en la categoría de ciencias Físico Matemáticas, y Naturales.

 

Su hija ya era en ese entonces candidata de Morena, a la presidencia, de ninguna manera pretendemos poner en duda los méritos científicos que sin duda deben de ser sobrados sobre la madre de quién será la primera presidenta de México, como tampoco, los de su pareja galardonada hace unos días por el hombre más rico de México.

 

Ambos gozan de amplio prestigio entre la comunidad científica mexicana, lo que si obliga a levantar la ceja es la oportunidad o deberíamos decir el oportunismo con el que ambos personajes ligados a Claudia Sheinbaum, son reconocidos con diferencia de meses por la Secretaria de Educación, y por la Fundación Carlos Slim, pareciera que el espíritu del milagro se posó de pronto sobre la mesa de la familia Selman Sheinbaum, y les otorgo el monopolio de la virtud precisamente en los momentos en que la hija pródiga era designada candidata y cuando ya fue electa presidenta de México, el oportunismo de la Secretaria de Educación, buscaba afianzar la genética, científica de quien en el momento de la premiación disputaba con otros morenistas la candidatura presidencial de Morena.

 

La corcholata favorita del inquilino de Palacio Nacional se fortalecía con una madre, galardonada con el premio nacional de ciencias, pero lo que sí es un acto de evidente servilismo, de oportunismo, de insulto a la inteligencia de los mexicanos en el que hizo Carlos Slim, al otorgarle el premio de su fundación el cuasi padrastro de quién en octubre tomará posesión como nueva inquilina de Palacio Nacional, mucho tiene que agradecerle el ingeniero Slim a la Cuatro T, y  del el socialismo obradorista, se lleva de piquete de ombligo con el capitalismo de cuates que detenta Carlos Slim.

 

Después de que, en el sexenio de Miguel de la Madrid, era la principal casa bolsero de México y de que en el sexenio de Carlos Salinas, se sacó la lotería con la concesión de Teléfonos de México, no hay duda de que en el sexenio de López Obrador, ha sido el mejor para engrosar su capital.

 

Slim arranco 2018 con una fortuna de 50 mil millones de dólares y al cierre del gobierno de la Cuatro T, superará los 100 mil millones de dólares, nada despreciable y claro que esa buena estrella tiene su explicación.

 

Ahora Carlos Slim, está listo para dar el próximo paso, entrar más de lleno porque ya tiene un pie adentro en los negocios energéticos buscando ser el hombre fuerte que entre al rescate del quebrado Pemex, ya lo acaba de anunciar el presidente AMLO, que el magnate de las telecomunicaciones entrará a fortalecer el proyecto, de exploración de gas en los yacimientos conocidos como alameda en el Golfo de México.

 

Quizás por ahí deberíamos entender la urgencia de Slim para congraciarse con la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum, y premiar a la pareja de su madre con el premio de salud 2024, por el tiempo y la forma que lo hizo más que en un orgullo sin duda muy justificado para el investigador emparentado con la nueva presidenta aquello acabó como un insulto a la inteligencia de los Mexicanos, un acto de total oportunismo y evidente barbería, y de paso justifico lo que siempre es evidente que Carlos Slim no da paso sin huarache.